Me tiene chato el relacionarme con gente indecisa, personas que no son capaces de tener un lugar en el mundo, de decir lo que sienten o lo que piensan, por último. Gente que vive inmutable por la vida o que no es capaz de hacer lo más mínimo, o de jugar un rol en la vida. Personas que ni en su trabajo son capaces de hacer lo mínimo que deben.
Desgraciadamente mi Chilito tiene mucho de eso… si hay algo que me gustó de vivir en el caribe, es que allá nadie tiene un doble sentido o hace cosas solapadas, dicen lo que sienten, lo que opinan. No son capaces de tener una gesto o un rol solidario de buena convivencia… o de educación, en último caso.
Pasa que laboralmente me toca trabajar con ciertas instituciones públicas con las cuales uno debe estar punzando constantemente para que se puedan mover.
Lo otro alo que no me he podido acostumbrar acá es a eso de “hablemos” porque no pueden concretar a la primera conversa, sino que hay que estar ahí, llamando, porque son tan mediocres y tan poco jugados. O lo otro, agendo reuniones de trabajo y si no llamo para confirmar, me están llamando para hacerlo, es muy complicado tener una sola palabra y comprometerse a la primera?
Que vayan pusilánimes por la vida, sin que nada los inmute, como una oveja más del rebaño, cero identidad o manifestación, sólo consumir aire. Como si se sentaran a ver la vida pasar, hasta ser nada más que polvo.
Recuerdo que los primeros síntomas de que acá la cosa funcionaba con dobles discursos era cuando al despedirse la gente decía “te llamo” y yo me quedaba esperando al otro día en el teléfono, y si no llamaban, llamaba yo APRA preguntar que pasaba y porque no habían llamado o si lo habían hecho cuando no estaba en casa. O cuando bailaba con alguien y me decía “voy al baño”, me quedaba esperando o después de un rato iba a la puerta del baño a ver si salía o le preguntaba a sus amigas si estaba bien. Tanto les costaba decir “estoy cansada, quiero parar”.
Desgraciadamente mi Chilito tiene mucho de eso… si hay algo que me gustó de vivir en el caribe, es que allá nadie tiene un doble sentido o hace cosas solapadas, dicen lo que sienten, lo que opinan. No son capaces de tener una gesto o un rol solidario de buena convivencia… o de educación, en último caso.
Pasa que laboralmente me toca trabajar con ciertas instituciones públicas con las cuales uno debe estar punzando constantemente para que se puedan mover.
Lo otro alo que no me he podido acostumbrar acá es a eso de “hablemos” porque no pueden concretar a la primera conversa, sino que hay que estar ahí, llamando, porque son tan mediocres y tan poco jugados. O lo otro, agendo reuniones de trabajo y si no llamo para confirmar, me están llamando para hacerlo, es muy complicado tener una sola palabra y comprometerse a la primera?
Que vayan pusilánimes por la vida, sin que nada los inmute, como una oveja más del rebaño, cero identidad o manifestación, sólo consumir aire. Como si se sentaran a ver la vida pasar, hasta ser nada más que polvo.
Recuerdo que los primeros síntomas de que acá la cosa funcionaba con dobles discursos era cuando al despedirse la gente decía “te llamo” y yo me quedaba esperando al otro día en el teléfono, y si no llamaban, llamaba yo APRA preguntar que pasaba y porque no habían llamado o si lo habían hecho cuando no estaba en casa. O cuando bailaba con alguien y me decía “voy al baño”, me quedaba esperando o después de un rato iba a la puerta del baño a ver si salía o le preguntaba a sus amigas si estaba bien. Tanto les costaba decir “estoy cansada, quiero parar”.
Pero es mi Chile, aún tiene cosas que me gustan sino ya me hubiese ido.
2 comentarios:
Jajajaja... así es Chilito poh!!!... hay que quererlo tal cual es... no queda de otras!!!
Aunque tampoco se trata de justificar todas nuestros defectos y no hacer nada por cambiarlos... Creo que lo mejor es no caer en eso que tanto nos molesta de los otros...
Saludos
pienso lo mismo que gonza, hay que aceptarlo como es, pero con esto termino, el cambio empieza por uno, no por Lavin, jajaja
saludos, addio.-
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