Que quieren que les diga, he comido varias veces en la cadena Fritz de comida rápida, la prefiero por la cerveza que ahí venden, muy buena...
Bueno, resulta que ando en Temuco, al sur de chile porque en unos tres días más debo trabajar acá, pero aproveché de tomarme unos días, pasar acá el finde y relajarme, "porque yo lo valgo" jaja.
El caso es que llegué a las 6 de la tarde al hotel y muerto de hambre, no había almorzado pues había carreteado la noche anterior y me levante muy tarde.
Vamos al grano, lo más cerca que tengo para almorzar, y que no sea el hotel, es un mall, así que fui hacia allá y al ver el Fritz dije, comeré aquí... pero lo bueno del lugar no era el churrasco italiano y la cerveza... era estar en un local que simula ser alemán, pero atendido por puros chicos rubios, de ojos claros, piel clara, altos y muy tonificados, que en ese uniforme me despertaron muchas fantasias.
La verdad es que me gustan más los chicos morenos, pero hay gente que es para mirar, y sin duda que acá la comida sabe distinta, con ese panorama todo toma otro sabor. Hoy comprobé eso de que la comida entra por los ojos... y mejor no les cuento a que otros órganos se me fue.
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