viernes, 14 de marzo de 2008

En Tucumán

Son mis últimas horas en San Miguel de Tucumán, Argentina, donde he estado 5 días por asuntos laborales, pero como hay que hacer de la vida algo debidamente proporcionado, me acabo de dar tiempo para comprar algunas cosillas de diseñadores locales, y la Revista Ñ, que es imperdible.

La verdad es que agradezco que los primeros tres días lloviera, porque la verdad, hoy que no está lloviendo, el calor es bastante y la humedad hace que la sensación térmica, dificulte el estar en cualquier parte.


La ciudad es bella, con muchos edificios coloniales y un sector residencial, que ya se o quisiera cualquier riquillo. El microcentro, está lleno de librerías (de hecho hay un Ateneo), de cafés y tiendas de ropa, que por esas casualidades de la vida tienen hasta un 50% de descuento.

Laboralmente la cosa estuvo mejor de lo que esperaba, por lo que tendré que venir, tentativamente, una vez al mes. Lo que puede aumentar pues legamos a un lugar donde nadie más hace lo que nosotros, por lo tanto no tenemos competencia; así que cabe la posibilidad de que me vega a instalar una temporada por acá. De todos modos, ya averigüé arriendos. Sra. K, sigue así, que Tucumán siga creciendo.

La gastronomía local, buenísima, hay cortes de vacuno que no existen en Capital Federal, por lo que se disfruta mucho, además los postres criollos son sabrosísimos… las pastas, para que hablar, en definitiva, a parte de varias Ñ’s, Sombrero, corbata y pantalones; me llevo, yo creo un par de kilos en mi cuerpecito de niño.

Claro que me voy con ganas de a mi regreso, conocer la vida nocturna de Tucumán, ésta vez, fue sólo trabajo... bueno, casi.

1 comentario:

Pablo Salvador dijo...

AMIGO TE VAS A INSTALAR EN TUCUMAN???? YA TE ECHO DE MENOS DE NUEVO, BUENO TODO SEA POR HACERSE RICO.